Los edificios más emblemáticos de Palma
Si pensamos en los edificios más emblemáticos de Palma probablemente nos venga a la cabeza la Catedral, el castillo de Bellver, las murallas y el Baluard… Pero la verdad es que la capital de Mallorca esconde otras maravillas arquitectónicas que, si no se conocen, pueden pasar desapercibidas.
En Es Príncep nos encanta desvelar cuáles son los mejores lugares de la ciudad: dónde tomar el mejor chocolate, dónde están las librerías más pintorescas o qué museos no puedes perderte.
Siguiendo esta línea, hoy os contamos cuáles son los edificios con más historia y datos curiosos de Palma.
Almacenes El Águila
En la calle Colón, que comunica la plaza de Cort con la plaza Mayor, están los emblemáticos Almacenes El Águila, que forman parte de la ruta del modernismo de Palma.
Es un edificio diseñado por Gaspar Benàzar y Jaume Alenyà en 1908, y sus fines, originariamente, eran comerciales. Por eso se usó el hierro, tanto en la estructura que en la planta baja comparte con Can Forteza-Rey, como en los elementos decorativos.
La próxima vez que paseéis por esta calle, mirad hacia arriba. La fachada llama la atención no sólo por sus elementos modernistas, que recuerdan a la tendencia vienesa en la planimetría y en su composición geométrica, sino también por el arco de medio punto, que se parece a la estación del metro de Viena.
Las grandes aberturas de la fachada eran también funcionales, ya que permitían la entrada de la luz a raudales en los almacenes originales.
La Casa Antigua de las Medias
No nos vamos de la calle Colón porque aquí está la Casa Antigua de las Medias, proyectada por Lluís Forteza Rey, a quien le debía gustar mucho el estilo de Gaudí.
El edificio es de 1906, tiene cinco plantas y se le conoce con el nombre de Casa Antigua de las Medias porque en la parte baja hay un local comercial con una mercería que recibe el mismo nombre.
Además de sus balcones triangulares, llaman la atención los materiales que se utilizaron para ornamentar la fachada: piedra para la planta baja, y baldosa vista, hasta la segundo, y una textura rugosa en el resto. La decoración es a base de plafones de madera con molduras curvilíneas que recuerdan a los motivos vegetales. Los fragmentos de baldosa también tienen su historia, ya que son de la primera etapa de la fábrica de azulejos La Roqueta.
Cal Bauló y Cal Capità Fletxes: las mansiones de los corsarios
Durante el siglo XVIII Cal Bauló era propiedad de Antoni Bauló, un capitán corsario que la habitó en 1715, pero que luego vendió a unos comerciantes adinerados, los Mataró.
El Capità Fletxes también era un corsario de origen tarraconense, que compró la casa en 1683.
Fue un personaje muy popular en su época, debido a que se ganaba muy bien la vida con una patente de corso. Poco a poco fue aumentando su importancia en la sociedad, e incluso llegó a ser gobernador de la escuadra de Mallorca.
Cuando murió, su mujer vendió la casa a Jaume Sard, otro capitán corsario de la época, con lo que la mansión también es conocida como Can Sard.
Te recomendamos pasear por Palma observando bien sus fachadas y levantando la vista al cielo para descubrir estructuras que nunca hubieras imaginado. Y para acabar la ruta, te aconsejamos pasar por otro lugar que no pasa desapercibido pero que también tiene muchos rincones que descubrir. El Rooftop de Es Príncep y sus maravillosas vistas.