Gastronomía de otoño en el Rooftop de Es Princep
El Rooftop de Es Princep ofrece, este otoño, una experiencia gastronómica única que combina la tradición mallorquina con toques internacionales y técnicas culinarias innovadoras. Su propuesta es un viaje sensorial que aprovecha los sabores y texturas propias de la estación.
Delicias del Rooftop para empezar a picar
Para empezar, los comensales pueden deleitarse con una selección de entrantes que despiertan el apetito. Los llonguets tostados, un pan típico mallorquín con forma ovalada y corteza crujiente, se presentan como base perfecta para acompañar otros platos o disfrutar con un poco de aceite de oliva virgen extra de la isla.
El jamón ibérico de bellota, cortado finamente, ofrece un sabor intenso y una textura fundente que se deshace en el paladar. Este manjar, procedente de cerdos alimentados con bellotas en las dehesas españolas, es un clásico imprescindible que nunca pasa de moda.
Las patatas bravas reciben un giro inesperado con una salsa brava japonesa, fusionando la tradición española con los sabores umami del Lejano Oriente. Esta reinvención del clásico tapa sorprende por su equilibrio entre lo familiar y lo exótico.
Los principales de la gastronomía de otoño en Es Príncep
La carrillera de ternera al Golden curry es un plato que abraza el otoño con su calidez y profundidad de sabores. La carne, cocinada a baja temperatura hasta alcanzar un grado de terneza perfecto, se baña en una salsa de curry dorado que combina especias como la cúrcuma, el comino y el cardamomo, creando un plato reconfortante ideal para las noches más frescas.
Los espárragos verdes en tempura ofrecen un contraste de texturas, con su interior tierno y su exterior crujiente. La masa de tempura, ligera y aireada, realza el sabor natural de este vegetal otoñal sin enmascararlo.
El calamar andaluz, otra tapa clásica española, se presenta con una fritura perfecta que logra un exterior dorado y crujiente mientras mantiene la suavidad del marisco en su interior
El Saam, una interpretación de la cocina coreana invita a los comensales a crear sus propios bocados envolviendo diversos ingredientes en hojas de lechuga fresca, combinando sabores y texturas a su gusto.
El tartar de remolacha es una opción vegetariana que aprovecha la dulzura natural de este tubérculo otoñal. Finamente picada y aderezada con un toque cítrico y hierbas frescas, ofrece una alternativa refrescante y saludable.
Entre los platos principales, el canelón de pularda ofrece una versión refinada de este plato tradicional. La pularda, conocida por su carne tierna y jugosa, se desmenuza y se envuelve en una fina pasta, bañada en una bechamel sedosa y gratinada para lograr un exterior dorado y crujiente.
La paletilla de cordero mallorquín, cocinada a baja temperatura, es un homenaje a la gastronomía local. Este método de cocción lenta permite que la carne se impregne de sus propios jugos y aromas, resultando en un plato increíblemente tierno y sabroso, posiblemente acompañado de una reducción de su propio jugo aromatizada con hierbas mediterráneas.
Para los amantes de la carne, el solomillo de vaca a la brasa y el entrecot de angus irlandés ofrecen dos experiencias distintas, pero igualmente satisfactorias
El rodaballo y la lubina representan lo mejor del Mediterráneo. El rodaballo, con su carne firme y sabor delicado, se asa a la perfección en la brasa, mientras que la lubina a la mallorquina se prepara al horno con patatas, tomates y hierbas aromáticas, capturando la esencia de la cocina isleña.
Los postres del Rooftop de Es Princep
Para cerrar la experiencia, los postres de nuestro Rooftop ofrecen un final dulce con un toque de creatividad. La ensaimada crujiente reinventa el pastel típico mallorquín, posiblemente rellena de crema y caramelizada por fuera.
El sándwich de galletas de chocolate blanco juega con las texturas y temperaturas, mientras que las fresas con sorpresa prometen un final intrigante y delicioso para la comida.
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