Sin estrella, pero exclusivos, cuatro restaurantes mallorquines
La gastronomía mallorquina está plagada de estrellas Michelín, pero también tiene sus Soles. La guía Repsol señala, con este distintivo, los establecimientos y cocineros que visitan otros cocineros, por su indiscutible calidad, maestría y buen hacer.
Este es el recorrido de los mejores restaurantes de Mallorca, que no tienen estrella, pero cuya exclusividad es indiscutible.
El Olivo, en Deià
En medio de frondosos jardines, encontramos El Olivo, dirigido con acierto por el chef Guillermo Méndez y su equipo. La creatividad de los cocineros y los productos mallorquines ofrecen un viaje gastronómico con sabor a Mallorca, ya sea en su menú degustación, como en sus platos vegetarianos o en la carta.
Una de las recetas más aclamadas es la de carre de cordero con timbal de col a la mallorquina en salsa de romero, o el filete de rape salteado con cítricos, con arroz de naranja y jengibre. Uno de los platos más afamados, sin embargo, es el de gambas de Sóller cocinadas a la sal con judía de mar y aceite de la finca Belmond.
Can Simoneta, en Canyamel
“Mexiterráneo” es el nombre de la propuesta que ofrece el chef David Moreno en Can Simoneta. Se trata de una fusión entre la cultura mexicana y la mediterránea, dos tipos de cocina que se parecen entre sí, pero que pueden enriquecerse una a la otra con sus mutuas diferencias.
El chef, natural de México DF, crea un muestrario de doce platos en su menú “Origens”, aunque para disfrutar de la fusión mexiterránea también se puede pedir sobre carta. Además de ofrecer productos de primera calidad, cuenta con un huerto propio en el que cultiva los alimentos que resultan más difíciles de conseguir.
En Llubí, DaiCa
Caterina Pieras está al frente de la cocina del restaurante DaiCa, ubicado en el término municipal de Llubí. Ofrece una “cocina de cerca” con dos menús degustación, “De Festa” y “De temporada”.
El primero es un recorrido en nueve pasos de pequeños bocados, lúdicos, festivos y un poco alocados, con los que disfrutar de una gastronomía de autor que sorprende.
“De temporada” es una inmersión en las estaciones mallorquinas y la diversidad con la que llenan la despensa insular. Aquí la cocina se centra en reforzar el sabor de cada alimento, protegiendo su naturalidad y su esencia.
Bodega Barahona-Casa Manolo en Ses Salines
Este restaurante destaca, no sólo por las maravillosas puestas de sol de la zona de Migjorn de la isla, sino porque posee su propia bodega, y los comensales pueden adentrarse en ella para elegir el vino que desean degustar.
Sus especialidades son el arroz de Notari, la caldereta de bogavante, el calamar de potera, el pescado a la sal o el mejillón de roca. Todo son productos del mar que se presentan con sinceridad y sin aderezos excesivos, para preservar la pureza de sus ingredientes.
Para los más carnívoros, existe una selección de carnes premium, cuya presentación sigue las mismas características: sencilla, pulcra y al punto que desee el comensal.