Es Príncep acoge al Nuevo Zaranda de Fernando Arellano

¿Qué hace que un buen cocinero sea un buen cocinero?

¿Su intuición, su técnica o su pasión? ¿Su experiencia, su inteligencia o su ambición? ¿Su dedicación o su talento?

Desde Es Príncep estamos seguros de no hay respuesta correcta, sino que un buen cocinero lo es por una extraña combinación de todos esos elementos. Estamos convencidos de que un buen cocinero necesita altas dosis de pasión, talento, nervio y técnica para llegar a ser el mejor en su profesión. Un buen equipo y muchas horas acumuladas en la primera línea.

Él, sin duda, es uno de los grandes. Ver trabajar a Fernando Pérez Arellano, único chef en Mallorca con dos estrellas Michelín, es ver trabajar a un gran cocinero. Ver cómo trata la materia prima y el espacio, los detalles y todo lo relativo a la gastronomía es ver en acción a un cocinero comprometido que apuesta por una experiencia inmersiva y completa.

Su Nuevo Zaranda ha desembarcado en Es Príncep para -desde este nuevo espacio- seguir reivindicando la cocina de calidad, de raíces y tradición. La cocina que habla a través de su intención y que es capaz de contar historias.

Fernando Arellano desembarca en Es Príncep con el Nuevo Zaranda y lo hace con dos menús basados en la historia de su nueva localización, las ruinas romanas de lo que fue el antiguo gremio de curtidores de la ciudad. Por lo que la piel está siempre muy presente en sus elaboraciones. Dermis y Epidermis, así ha bautizado los dos menús con los que revisa sus platos más emblemáticos a la vez que añade nuevas incorporaciones en las que juega con texturas y sabores.

Es Príncep, que siempre ha apostado por la gastronomía de primerísima calidad y que ahora ha supuesto para el chef “la mejor ubicación posible para esta siguiente etapa”, podría ser la casa donde Arellano consiguiera la tan ansiada (y merecida) tercera estrella Michelín.

Apostar por la gastronomía de calidad en Mallorca es apostar por clientes y comensales felices.

Venid a conocer el Nuevo Zaranda y estamos seguros de que degustaréis el nuevo sabor de la felicidad.