Conoce el barrio de pescadores de Es Portitxol
En mallorquín, la lengua de la isla, portitxol significa puertecito, o puerto pequeñito. El nombre le sienta perfectamente bien a este antiguo y diminuto barrio de pescadores al que, si quieres, puedes llegar andando desde Es Princep.
El paseo hasta el puerto bordea el mar y la playa. Aquí encontrarás personas que practican todo tipo de deportes, desde patinaje, ciclismo urbano, carrera o running y personas y niños que aprovechan sus horas para relajarse en la playa o tomar algo en los numerosos establecimientos que salpican el camino.
Durante el trayecto, de no más de un kilómetro, recorrerás la fachada de Palma, el palacio de Congresos y encontrarás caminos y lugares que nunca hubieras adivinado.
Es Portitxol, el barrio de pescadores adaptado a la modernidad
Uno de los mayores atractivos de este pequeño puerto es el paseo marítimo que conecta la localidad pesquera con el barrio de Es Molinar y con Palma. También conduce hacia Ciudad Jardín y El Arenal. Unos 16 kilómetros en los cuales, vayas a donde vayas, encontrarás mar, playa y muchos sitios en los que sentarse a tomar algo.
Ses Palmeres es la playita del puerto, muy poco profunda y bastante tranquila. En su arena no hay hamacas ni sombrillas para alquilar, pero siempre puedes instalarte un ratito en uno de los bares o restaurantes que hay detrás del paseo Marítimo.
Si vas paseando verás las pequeñas casas blancas o de piedra, con las típicas persianas mallorquinas, que hacen pensar en un pueblo auténticamente de postal.
Qué hacer en Es Portitxol
Pues comer, beber, nadar, pasear… pero también, para los más valientes, alquilar unos patines, o dar un paseo en skate. Para corazones menos intrépidos siempre están las opciones de pasear en bicicleta o contratar el servicio de un segway, un cómodo vehículo unipersonal con el que recorrer los caminos de esta zona.
La noche en el Portitxol, además, es mítica. La buena temperatura del verano hace que muchas personas lo elijan para ver la puesta de sol, pero también para cenar o tomar unas copas antes de retirarse.
Pasear o hacer deporte por la noche, especialmente los días de más calor, es otra de las opciones a tener en cuenta y que tiene como premio, un chapuzón nocturno en el mar.
Es Carnatge, la playa para ir con perros
Siguiendo el mismo camino del Portitxol hay una playa llamada Es Carnatge, donde desde hace varios años los perros pueden nadar. Por este motivo no es extraño ver a los canes, con sus humanos, disfrutando del mar y de las olas, y corriendo por la playa.
Se recomienda, eso sí, el uso de zapatillas de suela dura y que se puedan meter en el agua porque en algunos tramos hay piedras, que no afectan a los animales, pero que pueden jugar una mala pasada a las personas.
Y tras el baño, por aquí también encontraréis establecimientos pet friendly a los que acercaros con vuestros amigos de cuatro patas para tomar un merecido refresco o algo para comer entre horas.
¿Se puede pedir mejor plan, con o sin perros?