Celebrando el Día de las Islas Baleares en Palma
Si entre los últimos días del mes de febrero y los dos primeros del mes de marzo -a veces tres o cuatro- estáis por Palma, puede que os sorprendan algunos hechos y personajes pintorescos que no suelen estar en otros momentos del año.
Hay collas de dimonis -demonios- brincando y haciendo sonar sus cascabeles, dando sustos a los transeúntes o haciendo alguna jugarreta a los niños; tropas de soldados medievales que vigilan el devenir de la ciudad; grupos de música tradicional, con sus tambores y flautas… Y todo sucede muy cerca de Es Príncep, en la zona del Paseo Sagrera, en el centro de Palma y en la plaza de Sa Feixina.
Día 1 de marzo, el Día de las Islas Baleares
Pero suceden muchas cosas más. Es el día en que todos pueden visitar el Consolat de Mar, el órgano de gobierno de las islas, y además es la fecha en la que se entregan los prestigiosos premios Ramon Llull y las medallas de oro de la comunidad autónoma.
El Día de las Islas Baleares se celebra el 1 de marzo porque, en esa misma fecha, pero de 1983, se reconoció el Estatuto de Autonomía de la comunidad autónoma, que supuso la posibilidad de autogobierno y la activación de los principios de cooperación entre los pueblos de todas las Baleares. Desde 2007 el día es festivo regional, y las cuatro islas lo celebran con casi trescientos actos, gastronómicos, deportivos, culturales e institucionales.
El mercado medieval de Palma, un viaje por los sentidos
Una de las actividades más populares tiene lugar en casi todo el centro de Palma. Es un mercado medieval en el que se pueden ver animales autóctonos de las islas, desde el apreciado cerdo negro, pasando por los caballos menorquines o las gallinas ibicencas, los galgos o las aves de presa.
También hay puestos en los que experimentar cómo era ser un niño en el medievo, y disfrutar de antiguas, pero bien acondicionadas atracciones y juegos de la época.
Artesanía, productos típicos de mallorca, abalorios y varios escenarios para actuaciones de danzas populares se distribuyen, enlazando plaza con plaza, a veces por pavimentos empedrados -los de los alrededores del museo de Es Baluard, que tienen su origen en época medieval- a veces sobre modernos caminos peatonales.
La comida medieval del Día 1 de marzo: imposible resistirse
La parte gastronómica del mercado medieval merecería un reportaje aparte. El aire huele a carne asada, a especias, a patata guisada, pulpo… No importa de qué parte de España provengan tantos manjares, en la plaza de Sa Feixina se pueden degustar los productos de la isla, pero también de otras tierras y con otras tradiciones culinarias.
Enormes parrillas en las que se asa todo tipo de carne y embutido hacen que los transeúntes se resistan a pasar sin probar bocado, y las empanadas mallorquinas, cocas de trampó o cocarrois compiten con asados, paellas, patatas rellenas… Pero no importa. El mercado medieval siempre está el fin de semana de antes o de después del 1 de marzo, así que siempre queda tiempo de probar varios manjares, en varios días. O bien, llevarlos a casa para consumir tranquilamente con una buena bebida y mejor compañía.
Este 1 de marzo cae en viernes, así que os sugerimos visitar el Rooftop de Es Príncep para ver una preciosa puesta de sol sobre la bahía de Palma y disfrutar, desde la altura, del bullicio y la fiesta de los alrededores