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Casco antiguo Palma

Qué ver en el casco antiguo de Palma

escrito por Es Príncep / septiembre 26, 2022

Normalmente, cuando alguien piensa en Mallorca se acuerda de sus playas, la arena fina que las envuelve, el mar y esas postales a través de las que el Mediterráneo da la vuelta al mundo. Sin embargo, más allá de la costa y sus encantos, es habitual que todo aquel que visita Mallorca se enamore de Palma, una capital inacabable, inabarcable y repleta de magia y encanto.

El centro de la ciudad está plagado de callejuelas estrechas que, sombreadas por edificios señoriales, invitan a sus visitantes a perderse. Diferentes culturas e historias conforman una ciudad única que, sin lugar a dudas, hay que descubrir a pie. Paseo a paseo. Perdeos por sus calles, disfruta del silencio y la solemnidad de esa ciudad en la que vanguardia y tradición conviven con naturalidad, una ciudad maravillosa.

El casco antiguo de Palma esconde muchísimos edificios, patios, monumentos y museos que te permitirán conocer muy bien su historia. Hay imprescindibles a la hora de visitar la capital mallorquina como pueden ser La Seu, La Lonja, la Plaça Major, la Plaça de Cort y muchos otros rincones que, aunque no aparezcan en las guías, tienen el mismo encanto. Desde Es Príncep te invitamos a descubrir las todo lo que puedes ver, recorrer y disfrutar en el Casco Antiguo de Palma.

Qué hacer en el Casco Antiguo de Palma

Visita La Seu desde las alturas

Descubrir una ciudad a través de sus calles está bien, pero hacerlo desde las alturas y desde uno de los puntos más icónicos, no tiene precio. Siempre recurrimos a miradores para ver la ciudad desde arriba, pero en el Casco Antiguo de Palma encontramos la posibilidad de disfrutar del mar, de los tejados y edificios de la capital desde La Seu.

Podemos realizar visitas a sus patios, conocer su campanario y sus terrazas. Algo increíble y mágico, sobre todo porque hablamos de uno de los monumentos góticos más reconocidos en el mundo. No hay nada mejor que las espectaculares vistas, sus atardeceres y la brisa del mar. El recorrido tiene un precio de 20 euros y se puede reservar en la página web de la Catedral.

La Lonja: historia y ocio en el centro de Palma

La Lonja es otra de las joyas arquitectónicas que ver en el casco antiguo de Palma. En la actualidad, es un edificio diáfano y desnudo que se dedica a exposiciones y tiene libre acceso para el visitante. Una buena oportunidad para ver la majestuosidad de este edificio gótico.

La Lonja, además de su historia, es una de las zonas con más ambiente en el centro de Palma. Los bares y restaurantes de su alrededor te permitirán cogerle el pulso a una ciudad que está tan viva de día como de noche.

Otros imprescindibles del Casco Antiguo de Palma

Son muchos los rincones que no puedes dejar de visitar en tu visita a la capital mallorquina. Además de La Catedral y La Lonja, todas las calles tienen algo que te dejará fascinado. Rincones con encanto que te regalan el verdadero espíritu de la ciudad.

La Plaza Mayor de Palma, además de ser el epicentro de la ciudad, es una parada obligatoria. Tiendas, restaurantes, artistas callejeros, músicos y bares dónde poder tomar algo y disfrutar de una de las plazas más icónicas de la isla.

Otra de las joyas arquitectónicas del Casco Antiguo de Palma es la Basílica de San Francisco de Asís. En su interior encontramos algunas tumbas emblemáticas de figuras de la isla. Además en este edificio de combinación gótica y barroca podremos visitar un patio interior con mucho encanto.

Por último, si lo que queremos es empaparnos del arte y la tradición mallorquina, la parada es el Museo de Palma de la Fundación Juan March. Ubicado en una antigua casa señorial del siglo XVII este centro cultural exhibe su colección de arte español contemporáneo y la reordena periódicamente para acoger exposiciones temporales. También organiza actividades culturales. una colección desde las obras más vanguardistas hasta finales del siglo XX. Entre sus exposiciones encontramos obras de artistas de la talla de Dalí, Miro o Picasso, entre otros.

Palma es una ciudad con un encanto especial. El ritmo isleño, pausado y ligero, contrasta con una gran actividad de la ciudad durante gran parte del año. Modernidad y tradición, vanguardia y raíces para disfrutar de un rincón maravilloso.

Además, si queréis ponerle un broche de oro a vuestra visita, os recomendamos hacer un brindis desde lo alto de Es Príncep, desde Almaq, un rooftop con vistas a la ciudad y a la bahía palmesana. Merece la pena, os lo aseguramos

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